Los lechales recibiendo explicaciones del arqueólogo del yacimiento celtíbero de Tiermes |
Como todos los años desde hace 38 y sin fallar ni uno
solito, el 29 de Octubre tuvo lugar la feliz reunión de los amigos del lechal.
Ya saben, todo un clásico. Como se ha convertido en tradición, la recepción de
invitados se hizo la noche previa y más concretamente, este año, en casa de
Alberto, quien nos obsequió con un rico ágape.
La alegría de esta convocatoria fue doble pues a la habitual
del encuentro esperado se sumó la buena noticia de que el grupo sigue creciendo;
este año, gracias a la reincorporación de Arturo. Así que el sábado salimos de
excursión 16 más el chofer, temprano, por la costumbre, y antes de llegar al
soriano y pintoresco pueblo de Caracena atravesamos los campos de La Rasa,
admirando la floreciente industria agrícola de sus inmensos manzanales. La
parte principal de esta jornada, en lo cultural, fue la visita al yacimiento
romano y celtibérico de Tiermes, que recorrimos con detenimiento y muy bien
conducidos por el arqueólogo del histórico lugar, para acabar, un buen rato
después y con el gaznate más seco que un puñado de escaramujos, en Maderuelo
donde Carlos, quien en esta ocasión fungía de anfitrión, nos dio por fin de
beber. En lo gastronómico, el regalo principal nos esperaba en el pueblo de La
Vid, donde comimos tarde pero bien, casi a la sombra del nombrado Monasterio agustino
de Santa María.
Tras echar la partida en Peñaranda y los vinos en Pinilla, acabamos
la jornada, como es la costumbre, en casa de Begoña, en Castrovido, donde
volvimos a comer y a beber, perpetrando a pulmón limpio los grandes éxitos de
nuestro repertorio tradicional. La paciencia de esa señora es admirable.
A la vuelta, tuvimos que pedir rescate pues nos habíamos
quedado a pie y hacía una rasca considerable. Nos lo brindaron unos mocitos muy
bien dispuestos, que acudieron presurosos en sus coches, aunque muertos de
risa, a socorrer a sus padres quienes forman parte de esta cuadrilla lechal.
Hubiera dado algo por oír las conversaciones que sin duda se mantuvieron el
domingo a la hora de comer en más de una casa.
En fin, qué decirles, que seguimos en la lucha. ¡Y muy
felices de celebrarlo!
Manolo (cronista oficial)
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