jueves, 3 de noviembre de 2022

Lechales 42: fantástico encuentro por tierras sorianas

 


Foto oficial "Lechales 42", Monasterio San Juan de Duero, Soria 

Un año más, para cumplir con la tradición y porque les gusta mucho, se reunieron los integrantes de la histórica (tras tantos años ¿Cómo denominarla si no?) Cofradía de Amigos del Cordero Lechal (popularmente “los lechales”), el último fin de semana de octubre, como es habitual, con gran éxito de público y crítica, lo que también es común. Celebraban la reunión 42, de las que se celebran ininterrumpidamente desde 1980, con excepción de 2020 en que hubo que aplazarla por razones de fuerza mayor y de salud pública. Este año la recepción tuvo lugar la noche del día 28 de octubre en Hacinas, para partir el día grande, sábado 29, por la mañana a tierras sorianas. Así, los 15 mozos ya entrados en años llegaron a buena hora al maravilloso Monasterio de San Juan de Duero, entre cuyas ruinas pasearon, circunstancia sobre la que no admiten comentarios jocosos ni la búsqueda de paralelismos, conversaron, admiraron la belleza de columnas y capiteles y aprovecharon para tirarse la foto oficial de este encuentro.

Tuvieron tiempo de dar un buen paseo por la orilla (Rio Duero, Rio Duero, nadie a acompañarte baja), para continuar conversaciones, compartir recuerdos y actualizar informaciones personales antes de degustar unos excelentes torreznos y arrancar, a escape, a Abejar. En la bella localidad de la comarca de Pinares comieron bien los chavales, como siempre, tras asistir a una interesante demostración del trabajo tradicional de los bueyes carreteros de la zona serrana. Se alimentaron con apetito y bebieron como si tuvieran sed y, como el tiempo se echaba encima, salieron sin descanso a echar la partida por el camino y a tomar la copa contando piedras y amarracos. Para terminar, cenaron algo ligero en Castrovido, casi a la fuerza, que es la costumbre, dando colofón a tan espléndido día con algunos cánticos desafinados y mucha y sana alegría.

Otro fabuloso encuentro, presagio de muchos que vendrán, que sirvió para continuar la mítica saga, reafirmar y renovar la amistad y comprender resignadamente que, aunque las ganas son las mismas, los cuerpos no, y las digestiones, por lo que fuera, mejor no pregunten, no son tan ligeras como antes.


Manolo Díaz Olalla

Publicado en la Revista Amigos de Hacinas, 4º trimestre de 2022