
Hace poco les contaba desde estas mismas páginas que recientemente habíamos celebrado “el 25 aniversario” de la reunión que, con la excusa de comer juntos, organizamos una vez al año un grupo de amigos de Hacinas que hemos convertido esa actividad en un regalo para nosotros (que pasamos un espléndido día) y para nuestras compañeras (que aún lo pasan mejor liberadas de nuestra presencia cotidiana). Bien, pero la cosa no acaba ahí. En estos días recibí una llamada inquietante de una persona a la que había olvidado por completo y que tras saludarme y confesar que habíamos sido compañeros de estudios me comunicó la sorprendente noticia de que este año cumplíamos 25 de que los acabamos.
Hay que tener cuidado con lo que se le pide a la gente. Muchas veces se tiene poca sensibilidad respecto al mal trago que pueden pasar los demás ante determinadas situaciones. Enfrentarse con los álbumes de fotos viejas es una de las más peliagudas. No obstante y, a pesar de todo, baje al trastero una tarde armado de valor y después de haberme tomado un par de güisquis, que todo hay que decirlo. Buscando y rebuscando, comprobando en cada página lo que fuimos, me reencontré con algunas de Hacinas que no pude por menos que subir a casa para analizarlas con más detenimiento, y con la misma sensación del que ha salvado a un náufrago instantes antes de ahogarse. Alguna de ellas se las muestro para que las disfruten conmigo.
Una de las mejores selecciones de fútbol de Hacinas que ha corrido la pradera de Campo el Valle es la que parece en una de ellas. Hace unos días estuvieron Carlos y Mercedes en casa y al observar esa foto, mientras Mercedes realizaba el esfuerzo titánico de intentar reconocernos a todos, Carlos no pudo por menos que exclamar: “Bueno..., esa foto si no tiene cuarenta años le falta poco!”. Un estremecimiento me recorrió la espalda mientras volví a posar, incrédulo, los oj

También se han cumplido veinticinco años de que, voluntariosos e inconscientes, atrevidos y resueltos, Julio y un servidor iniciamos una serie de recitales de música popular castellana en Hacinas para amenizar la actividad cultural de la víspera de Santa Lucía. A guitarra y voz, con más voluntad que acierto y con más ganas que oído deleitamos al personal durante unos años. A veces éramos la única pieza del cartel y otras, con mucho gusto y no menos afán, aparecíamos de teloneros de otros artistas de más renombre. Pero siempre con el interés de colaborar con las actividades que se organizaban en nuestras fiestas. A pesar de eso habrá que decir, para hacernos justicia, que logramos concertar en torno a nuestro arte a un grupo nutrido de

Han pasado más de veinte años de que dejamos de amenizar las vísperas de las fiestas de Santa Lucía con nuestros maravillosos recitales y un grupo de fans perseverantes está realizando un esfuerzo gigantesco para reeditar este año uno de aquéllos momentos mágicos. Empeño le ponen aunque ya los ánimos, las voces y los instrumentos no estén tan afinados. Yo creo que conseguirán que volvamos a salir, como en tiempos, para celebrar este aniversario. Si es así podrán asistir a un revival auténtico. Aunque haya que pagar algo a mí ya me han convencido. Habrá que animar a Julio, que en estos años se ha convertido en artista de categoría, a que acepte salir con un aficionado, aunque sea con el saxo.
El aniversario lo merece.
Manuel Díaz Olalla
(Publicado en "Amigos de Hacinas", Junio de 2006)